El trampantojo de “la patatera”: no es una morcilla, aunque lo parezca

Patateras
La confunden con la morcilla o se piensan que es algún tipo de chorizo, pero la patatera es un embutido diferente y propio, con un método de elaboración muy singular.

Se diferencia de la morcilla en que en su elaboración no se usa sangre y su color rojizo se debe al pimiento de la Vera, pero sus ingredientes principales son el magro, la grasa de cerdo y el puré de patatas.

Elaborada tradicionalmente en las típicas matanzas de Extremadura, su especial textura permite tanto comerse en rodajas como untada en pan. Muy apreciada y considerada un aperitivo estrella centenario, la patatera nunca falta en las matanzas familiares en los días más fríos del invierno, cuando cada casa decide “darle a cada cerdo su San Martín” y elaborar sus embutidos caseros.

La patatera puede ser dulce o picante, dependiendo del tipo de pimentón que se use, y como todo va a gustos, se puede tomar fresca o dejarla unas semanas oreando para consumirla más curada.

Patatera Iberica Tierna Picante Serradilla

Por no faltarle nada, tiene hasta una fiesta propia en Carnavales, en la localidad de Malpartida de Cáceres, donde la patatera adquiere pleno protagonismo. Es en la denominada fiesta de “la pedida de la patatera”, una jornada festiva que viene desarrollándose desde el siglo XIX.

Al ser ibérica, la patatera es un producto de alta calidad y que no provoca pesadez en su digestión. En Cerdito Mío la consideramos un manjar para todos los bolsillos por su precio, mucho más económico que otros embutidos, y siempre recomendamos degustarla untada en un buen pan de pueblo o de hogaza y un secreto para disfrutar al máximo de su sabor: échale un chorrito de miel por encima antes de servirla, verás que conjunción de sabores…

En nuestra despensa contamos con las patateras de Serradilla, tanto la tierna para untar como la magra para consumir a rodajas. Pero vamos un poco más allá y os mostramos otro trampantojo morcillero: la morcilla calabacera extremeña, a base de magro y grasa de cerdo, pero con calabaza cocida y pimentón. 

Unos entrantes facilísimos de preparar  y exquisitos para el paladar.

¡Una delicia, vamos!

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