El trampantojo de “la patatera”: no es una morcilla, aunque lo parezca

la morcilla patatera

Actualizado el 23/05/2025

A simple vista la morcilla patatera podría pasar por una morcilla más, ya que tiene esa forma característica de herradura, un color oscuro y esa textura untuosa que recuerda a embutidos tradicionales. Pero nada más lejos de la realidad. Porque lo que parece una simple morcilla… esconde una historia mucho más sabrosa y sorprendente.

En realidad, la patatera es uno de los productos más auténticos de la gastronomía extremeña. Es un ejemplo perfecto de cómo la tradición, la creatividad y el aprovechamiento del entorno han dado lugar a un embutido único, con nombre propio y cada vez más valorado en el mundo gourmet.

¿Qué es la morcilla patatera y por qué se llama así?

La patatera extremeña debe su nombre a su ingrediente estrella: la patata cocida. Se trata de un embutido tradicional que combina carne y grasa de cerdo con puré de patata y una generosa dosis de pimentón de la Vera, ingrediente que le aporta ese tono rojizo tan característico y ese sabor intenso y ligeramente picante que se queda en la memoria.

A pesar de que en muchas zonas se le llama morcilla patatera, es importante señalar que no contiene sangre, a diferencia de las morcillas tradicionales. Su textura es más suave, más cremosa y su sabor, aunque potente, tiene matices dulces y ahumados que la convierten en un manjar muy versátil, tanto para untar como para cocinar.

Este embutido extremeño fue creado por necesidad al buscar aprovechar al máximo todos los ingredientes que quedaban disponibles tras la matanza. Pero lo más curioso es que, a pesar de que nació como un embutido de aprovechamiento, hoy se ha convertido en una joya gastronómica reconocida dentro y fuera de Extremadura.

Puede ser dulce o picante

De la misma forma que en otras recetas tradicionales, la clave está en el pimentón. De esta forma, la morcilla patatera puede ser:

  • Dulce: Cuando se elabora con pimentón dulce.
  • Picante: Si se emplea pimentón picante (¡ojo que pica de verdad!).

Y dependiendo del punto de curación, también puedes elegir si la prefieres más tierna o más curada. Cuando es fresca tiene una textura más suave que la hace ideal para untar; mientras que si la dejas unas semanas oreando desarrolla un sabor más intenso y se puede cortar fácilmente en lonchas finas.

¿Y qué pasa con la morcilla calabacera?

Si la patatera tiene una hermana, esa es la morcilla calabacera. Aunque ambas comparten su filosofía y origen (productos del ingenio popular y de aprovechamiento), la gran diferencia está en que su principal ingrediente es la calabaza cocida, que en este caso sustituye a la patata.

Como resultado se obtiene un embutido que es más dulce, con una textura todavía más suave y con un sabor que consigue enamorar a todas las personas que están buscando una opción más delicada.

Tanto la morcilla calabacera como la patatera comparten esa capacidad de sorprender y romper esquemas, demostrando que los embutidos extremeños son mucho más variados de lo que uno podría imaginar.

¿Por qué el embutido extremeño parece una morcilla si no lo es?

La patatera juega con las apariencias, ya que tiene el aspecto de una morcilla. Incluso puede llevarte a pensar que es una sobrasada por su tono rojizo y textura blanda. Pero una vez que la pruebas notas esa mezcla de patata, carne de cerdo, manteca y pimentón, y entiendes que estás ante algo distinto y especial. Un auténtico trampantojo gastronómico.

Este juego de apariencias no es casual: responde a su proceso de elaboración tradicional, que se realiza en forma de herradura, embutiéndose en tripa natural, igual que muchos otros embutidos del cerdo. Pero su composición y sabor no tienen nada que ver con la morcilla convencional.

¿Cómo comer la morcilla patatera? Ideas para disfrutarla mejor

Una de las grandes ventajas de la patatera es su versatilidad en la cocina. Se puede disfrutar de muchas formas, y todas tienen ese punto de autenticidad que solo un producto artesanal puede ofrecer:

  • Untada en pan: tal vez la forma más popular. Ideal para tostas, tapas o meriendas. Con un poco de miel, o acompañada de un queso suave, es un bocado digno de aplauso.
  • Frita o a la plancha: perfecta para dar un toque especial a unos huevos o a unas migas extremeñas.
  • En revueltos y tortillas: aporta cremosidad y un sabor intenso, ideal para quienes buscan platos con carácter.
  • En platos modernos: cada vez más cocineros incorporan la patatera en elaboraciones vanguardistas: croquetas, risottos, hamburguesas… Su sabor redondo la convierte en una aliada sorprendente.

Y por supuesto, la morcilla calabacera también se puede disfrutar de forma similar, con ese toque suave y ligeramente dulce que la hace perfecta para quienes prefieren embutidos menos picantes.

La Fiesta de la Patatera: Una fiesta dedicada a la patatera extremeña

En Malpartida de Cáceres, el amor por la patatera se celebra a lo grande. Cada martes de carnaval, la localidad extremeña rinde homenaje a este embutido con la conocida Fiesta de la Patatera, una jornada en la que se mezclan tradición, gastronomía, música y mucha alegría.

Los vecinos y visitantes salen a la calle con sus disfraces, las plazas se llenan de color y aroma a embutido, y la protagonista absoluta es, como no podía ser de otra manera, la patatera. Se reparten raciones, se comparten recetas y se mantiene vivo un legado gastronómico que forma parte de la identidad cultural de Extremadura.

Más que una fiesta, es una declaración de amor a lo auténtico. Y una muestra de que, aunque humilde en origen, la patatera ha sabido ganarse un lugar privilegiado en el corazón (y el estómago) de quienes la prueban.

Un embutido para todos los bolsillos

Otro de los encantos de la patatera es que, además de estar buenísima, es económica. A diferencia de otros embutidos ibéricos que pueden alcanzar precios muy altos, la morcilla patatera se mantiene como un producto asequible y de calidad.

En Cerdito Mío, por ejemplo, puedes encontrar la patatera ibérica tierna picante de Serradilla, una joya gastronómica lista para untar o para servir en una tabla de embutidos con un buen pan de pueblo.

Y si lo tuyo es descubrir sabores nuevos, en nuestra despensa también contamos con la morcilla calabacera extremeña. Un sabor sorprendente que se sale de lo común, ideal para quienes disfrutan de los trampantojos gastronómicos.

Así que la próxima vez que vayas a preparar un aperitivo diferente o una tabla de embutidos para sorprender, ya sabes qué no puede faltar: La patatera, el embutido que parece morcilla pero que en realidad es mucho más.

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