La diferencia entre el AOVE y el aceite de oliva virgen

La diferencia entre el AOVE y el aceite de oliva virgen

Si quieres conocer las diferencias entre el aceite de oliva virgen extra (AOVE) y el aceite de oliva virgen (AOV) a continuación te las indicamos. Te adelantamos que ambos son de buena calidad, pero uno de ellos se define sencillamente como perfecto mientras que el otro muestra pequeñas particularidades, aunque sigue siendo un aceite de buena calidad.

El tipo de aceitunas que se emplean

En ambos tipos de aceites se buscan siempre las mejores aceitunas. Estas son las que no se han caído y continúan en las ramas de los olivos. Para lograr un tipo de aceite virgen, evitar que las aceitunas se golpeen es muy importante, ya que conseguimos que no se oxiden fácilmente, apostando por un aceite de calidad.

Tanto el AOVE como el AOV son aceites de gran calidad, pero en el caso del aceite de oliva virgen extra podemos definirlo como un producto gourmet, porque simplemente es perfecto.

En ningún momento las aceitunas que se usan para ambos aceites pasan por un proceso de refinamiento. De ellas se extrae el zumo, a través de métodos mecánicos, consiguiendo esa tonalidad dorada tan característica.

La acidez en ambos tipos de aceite

Con respecto a la acidez, encontramos la primera diferencia entre ambos tipos de aceite. Por medio de la cata, que se lleva a cabo a través de un análisis químico, para evitar cualquier error humano, se consigue catalogar como aceite de oliva virgen extra aquel que no sobrepase la acidez de 0,8º.

El aceite de oliva virgen, como puedes ver la etiqueta de cualquier botella que compres, presenta una acidez superior al AOVE, entre 0,8º y 2º. Se puede decir que esta es la gran diferencia entre uno y otro.

La cata del AOVE

Aunque hay expertos que realizan la cata, tú también puedes llevarla a cabo. Por supuesto, también es importante la cata humana, además de la química (como marcan los organismos internacionales), ya que por ella se puede apreciar en el AOVE su aroma, su notas florales y cítricas, su textura suave y ese ligero sabor afrutado tan peculiar.

Sin duda, comprobarás cómo el aceite de oliva virgen extra es perfecto para ensaladas y, en definitiva, degustar directamente de la botella al plato. Verás que con el tiempo se torna más dorado, aunque las tonalidades no son peculiaridades que nos permitan diferenciar al AOVE del AOV.

Por lo general, el aceite de oliva virgen se suele utilizar más para freír. Es perfecto para este fin, ya que las altas temperaturas no alteran sus propiedades.

Elige siempre un producto de alta calidad. Ya sabes las diferencias entre los dos mejores aceites de oliva. El virgen extra se considera perfecto, mientras que el virgen mantiene una acidez mayor, conservando aun así su buena calidad.

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